El interés es la
manifestación del valor del dinero en el tiempo. Desde una perspectiva de
cálculo, el interés es la diferencia entre una cantidad final de dinero y la
cantidad original. Si la diferencia es nula o negativa, no hay interés.
Existen dos variantes del
interés: el interés pagado y el interés ganado.
1. El interés que se paga
cuando una persona u organización pide dinero prestado (obtiene un préstamo) y paga
una cantidad mayor.
2. El interés que se gana
cuando una persona u organización ahorra, invierte o presta dinero y recibe una
cantidad mayor. En seguida se muestra que los cálculos y los valores numéricos
para ambas variantes son, en esencia, los mismos, aunque las interpretaciones
difieran.
El interés que se paga
por fondos que se piden prestados (préstamo) se determina con la cantidad original,
también llamada principal, mediante la relación
Interés = cantidad que se
debe al momento de liquidar la deuda – cantidad original (1.1)
Cuando el interés pagado
respecto de una unidad de tiempo específica se expresa como porcentaje del
principal, el resultado recibe el nombre de tasa de interés.
Tasa de
interés (%) = interés
acumulado por unidad de tiempo
X 100%
Principal
La unidad de tiempo de la
tasa recibe el nombre de periodo de interés. Por mucho, el periodo de
interés más común para fijar una tasa de interés es de un año. Es posible considerar
periodos más cortos, como 1% mensual. Por tanto, siempre debe mencionarse el
periodo de la tasa de interés. Si sólo se menciona la tasa, por ejemplo, 8.5%,
se dará por supuesto un periodo de un año.
Desde la perspectiva de un
ahorrador, prestamista o inversionista, el interés ganado es la cantidad
final menos la cantidad inicial, o principal.
Interés generado = cantidad final - principal
El interés generado durante
un periodo específico se expresa como porcentaje de la cantidad original y se denomina tasa
de retorno (TR).
Tasa de
retorno (%) = interés acumulado
por unidad de tiempo
X 100%
Principal
La unidad de tiempo para la
tasa de retorno recibe el nombre de periodo de interés, el mismo nombre
que cuando se ve desde la perspectiva del prestatario. De nueva cuenta, el
periodo más común es de un año.
En diversas industrias y
escenarios, el término retorno sobre la inversión (RSI) se emplea como sinónimo
de TR, en particular cuando se asignan grandes fondos de capital a programas
orientados a la ingeniería.
Aunque los valores
numéricos de las ecuaciones son los mismos, el término tasa de interés
pagada es más adecuado para la perspectiva del prestatario, y tasa de
retorno ganada es mejor desde la perspectiva del inversionista.
¿Cómo la inflación
puede incrementar de manera significativa una tasa de interés?
Por definición, ésta
representa una disminución del valor de una moneda
determinada. Es decir, $10 de hoy no comprarán la misma cantidad de gasolina
para su automóvil (o de otras cosas) que $10
de hace 10 años.
El cambio en el valor de la moneda afecta las tasas de interés
del mercado.
En términos sencillos, las
tasas de interés reflejan dos cosas: una tasa de retorno llamada real más
la tasa esperada de inflación. La tasa de retorno real permite al inversionista
comprar más de lo que hubiese podido comprar antes de la inversión, mientras la
tasa de inflación eleva la tasa real de la tasa del mercado que empleamos a
diario.
Las inversiones más seguras
(como bonos del gobierno de Estados Unidos) tienen por lo general 3 o
4% de tasa real de
rendimiento incluida en sus tasas conjuntas de interés. Entonces, una tasa de
interés de, digamos, 8% anual de un bono del gobierno de Estados Unidos significa
que los inversionistas esperan que la tasa de inflación esté dentro de un rango
de entre 4 y 5% anual. Así, queda claro que la inflación ocasiona que las tasas
de interés se eleven.
La inflación significa que
el costo y la ganancia estimados de un flujo de efectivo aumentan con el
tiempo. Este incremento se debe al valor cambiante del dinero que la inflación
fuerza en la moneda de un país, lo que hace que el poder adquisitivo de una
unidad monetaria (un dólar, por ejemplo) sea menor respecto de su valor en una época
anterior. El efecto de la inflación se observa en que la moneda compra menos
hoy que antes. La inflación contribuye a que ocurra lo siguiente:
• La reducción del poder de
compra de la moneda
• El incremento en el IPC
(índice de precios al consumidor)
• El incremento en el costo
de equipo y su mantenimiento
• El incremento en el costo
de los profesionales asalariados y empleados contratados por horas
• La reducción en la tasa
de retorno real sobre los ahorros personales y las inversiones corporativas
En
otras palabras, la inflación contribuye materialmente a modificar el análisis
económico individual y empresarial.
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